La mediática herencia de Maradona
Tras la muerte del Pelusa, se plantea una disputa legal que enfrentará a su familia y a su abogado por el dinero y bienes de una herencia aun no contabilizada en inversiones, carros de lujo, propiedades y joyas. Adicionalmente, sus médicos de cabecera, enfrentan investigaciones y podrían ser juzgados por homicidio culposo.
Tras la muerte del Pelusa, se plantea una disputa legal que enfrentará a su familia y a su abogado por el dinero y bienes de una herencia aun no contabilizada en inversiones, carros de lujo, propiedades y joyas. Adicionalmente, sus médicos de cabecera, enfrentan investigaciones y podrían ser juzgados por homicidio culposo.
Maradona no dejó testamento escrito. Según la legislación Argentina, sus bienes pasarían directamente a sus herederos naturales (hijos directos y reconocidos) es decir: Dalma y Gianinna, Jana, Diego Junior y Diego Fernando.
La fortuna de Maradona es prácticamente incalculable, pues dejó propiedades y bienes en varios países. Hay estimaciones de sus activos totales como la que hace el portal especializado Celebrity Net Worth, que indica, basado en los millones ganados por patrocinios, salarios y contratos con grandes empresas como Puma, Coca-Cola y Hublot, que el patrimonio de Maradona podría rondar los 500 millones dólares.
Las discusiones familiares, muy sonadas entre conocidos y personas del entorno cercano al futbolista, también trascendieron a los medios, al punto que Maradona llegó a expresar: “Les digo a todos que no les voy a dejar nada, que voy a donarlo. Todo lo que corrí en mi vida lo voy a donar”. En los últimos años, se inició un juicio, aún en proceso, entre el futbolista y su ex esposa Claudia Villafañe por evasión tributaria, estafa procesal y apropiación indebida de 458 objetos, obtenidos durante la carrera del astro. Sus hijos, no reconocidos, también mantienen abiertos procesos legales.
Maradona era propietario de al menos 9 inmuebles: dos apartamentos en el barrio bonaerense de Villa Devoto, uno en Puerto Madero y otro ubicado en el cruce de Segurola y La Habana, extraoficialmente renombrado tras la muerte del futbolista como “el cruce de Diego y Maradona”. En la señal de tránsito destaca el año de nacimiento del jugador y el símbolo del infinito en lo que sería la fecha de su muerte.
Además, tenía dos casas en Bella Vista, una donde vivía con su última pareja, la presentadora Rocío Oliva, y otra en la que vive la familia de Oliva. En Nordelta también tenía una casa donde viven las hermanas del jugador. La casa donde murió, en Villa Nueva provincia de Buenos Aires, y la otra donde estuvo los últimos meses en Campo de Roca, eran alquiladas por el Club Gimnasia donde trabajaba y la otra por su abogado Morla.
Tenía varios automóviles de lujo, de los cuales dos tuvo que dejarlos en Dubai tras la disputa del Mundial de Rusia 2018, cuando el gobierno le pidió respeto tras armar una fiesta particular, gritando palabras impropias y haciendo gestos soeces con los dedos desde su palco en el estadio, durante el encuentro entre Nigeria y Argentina. Los autos son un Rolls Royce Ghost, valorado en 300 mil euros, y un BMW i8 de 145 mil euros. Además, durante su breve estadía en Bielorrusia, le regalaron una camioneta anfibia Hunta Overcomer, diseñada exclusivamente para el ejército, con 2,61 metros de altura y 4,50 metros de largo. Allí también le obsequiaron un anillo de brillantes tasado en 300 mil euros que utilizaba como amuleto en sus entrenamientos como director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata.
Negligencia Médica
Fiscales del Ministerio Público argentino investigan las circunstancias que rodearon la muerte del Pelusa. Leopoldo Luque, el médico que lo operó del hematoma subdural en el cerebro a principios de noviembre, está en la mira del equipo de investigación por supuesta mala praxis. “Si se demuestra a través de los hallazgos del informe médico, dictámenes periciales y declaración de testigos, que hubo algún tipo de mala praxis, Luque será citado para interrogarlo”, dijeron los investigadores. Su casa y la clínica fueron allanadas en la búsqueda del historial médico del paciente y se llevaron cinco computadoras, dos teléfonos móviles, 12 recetas médicas, una notebook y una tablet, para dar inicio a la investigación formal.
La psiquiatra que atendía al futbolista, Agustina Cosachov, también está siendo investigada, pues se encontraba en la casa del jugador cuando este falleció. La investigación tardará algunas semanas. En caso de comprobarse la supuesta negligencia, se convertiría en homicidio culposo. Ardua tarea le queda a la justicia argentina: hacer su trabajo sin la sobre exposición mediática que siempre gira en torno a Maradona, aún después de muerto.